Gracias al progreso en inteligencia artificial y aprendizaje automático, las organizaciones pueden detectar ataques cibernéticos por adelantado.
Pueden analizar datos e identificar amenazas antes de que se conviertan en vulnerabilidades. Esta es una desviación de las herramientas tradicionales de ciberseguridad, que dependen excesivamente de datos pasados.
La Inteligencia Artificial se puede utilizar en la protección de contraseña y autenticación
Las contraseñas son un medio de control notoriamente frágil, pero a menudo son la única barrera entre los datos y los ciberdelincuentes. Sin embargo, muchos usuarios son flojos con sus contraseñas, y usan la misma para varias cuentas. En tales casos, los datos de muchas aplicaciones corren el riesgo de quedar expuestos si un cibercriminal se entera de la contraseña.
Los sistemas de ciberseguridad que dependen de la inteligencia artificial son útiles en situaciones en las que se requiere autenticación de dos factores para obtener acceso a un sistema. Para que la autenticación biométrica sea hermética, los desarrolladores confían en la inteligencia artificial para eliminar imperfecciones. Por ejemplo, la tecnología de reconocimiento facial Face ID recientemente lanzada en dispositivos iPhone X puede ayudar a prevenir incidentes de piratería.
Ataques Cibernéticos
El phishing es actualmente el método más común de ataque cibernético. Según los expertos , el 1% de todos los correos electrónicos son enviados por ciberdelincuentes. La IA puede detectar y monitorear más de 10,000 fuentes activas de phishing y remediar más rápido que los humanos. Permite la diferenciación de sitios web falsos de los legítimos, protegiendo así contra ataques.
Para proteger su red, debe determinar su topografía, además de crear una política de seguridad. Tales actividades no solo son engorrosas sino que también requieren mucho tiempo. Sin embargo, puede acelerar los procesos utilizando IA para observar y aprender patrones de tráfico de red. En el proceso, se te recomendarán políticas de seguridad de red.
A pesar de las formas prácticamente ilimitadas en que la inteligencia artificial puede ayudar a proteger las redes, existe la preocupación de que los ciberdelincuentes puedan usarla como una herramienta principal para perpetrar ataques. Por ejemplo, los actores de amenazas podrían desplegar IA para mantener una presencia a largo plazo en el entorno objetivo sin ser detectados. Los ataques impulsados por IA tienen más probabilidades de adaptarse a redes específicas y, por lo tanto, son más difíciles de detectar. La IA también se puede usar como trampolín para ataques cibernéticos más rápidos, más efectivos y más complicados.
Los críticos han expresado su preocupación por el desarrollo de la IA adversaria. Los piratas informáticos podrían usarlo para manipular los sistemas de aprendizaje automático para identificar y reportar erróneamente posibles infracciones. Uno de los riesgos menos hablados de la IA es la complacencia humana. Al adoptar la tecnología como parte de su estrategia de ciberseguridad, se enfrenta a la posibilidad de que los empleados bajen la guardia. La falta de conciencia en una organización puede conducir a ciberataques costosos.
Es un hecho innegable que la IA tiene un papel importante que desempeñar en la ciberseguridad. Un número creciente de empresas está adoptando la tecnología para satisfacer sus necesidades de ciberseguridad. Los desarrolladores deberían aprovechar esta tendencia para crear soluciones de ciberseguridad basadas en un marco de inteligencia artificial.
El principal desafío en la implementación de IA en el ámbito de la ciberseguridad es que requiere más recursos que los esfuerzos tradicionales de ciberseguridad. Con los avances en la seguridad como servicio, hay optimismo sobre la aceptación generalizada de la inteligencia artificial en ciberseguridad.
A medida que nos convertimos en un mundo más digital, el riesgo de ataques cibernéticos impulsados por IA también aumenta drásticamente. La IA y el aprendizaje automático no solo son utilizados por los profesionales de la seguridad de TI, sino que también son implementados por actores patrocinados por el estado, organizaciones cibernéticas criminales e individuos.